Éste es un espacio restaurado en los últimos años y recuperado como valor patrimonial e histórico de la ciudad, testimonio de la actividad productiva e industrial relacionada con la construcción durante el tumbado de siglo XIX al XX. En el interior de este horno se cocieron, a partir de su edificación y entrada en funcionamiento, miles de ladrillos, tejas y otras piezas destinadas al sector de la construcción.

La recuperación de la Bòbila Sugranyes la hizo posible el Ayuntamiento de Reus, con el apoyo de los fondos FEDER de la Unión Europea. Es un equipamiento gestionado por el Institut Municipal Reus Cultura, que pone a disposición de grupos y centros educativos un servicio de visitas comentadas que permitirá conocer la historia del horno y, de rebote, el pasado del conjunto de la ciudad de Reus. Las visitas deben concertarse previamente a través del Museo de Reus.

Espacio expositivo de interpretación sobre la cerámica
A lo largo del espacio expositivo de la bóbila paneles explicativos sobre la vinculación histórica de Reus con la producción de la cerámica y también sobre la historia del edificio.

Los visitantes se encontrarán con una decena de paneles dedicados a los siguientes ámbitos:

¿Qué es la cerámica?  Se realiza una introducción básica sobre el material y la técnica de la cerámica y también se menciona la importancia histórica de su producción en Reus. En la explicación se detalla cómo históricamente en Reus encontramos muestras de producción en épocas prehistórica, ibérica y romana, mientras que en los siglos XVI-XVII fue un gran centro alfarero de referencia. En tiempos del modernismo tuvo relevancia la alfarería decorativa para la construcción de edificios.

La cerámica prehistórica. Se describe la importante presencia de cerámica, especialmente en época neolítica en la zona de Reus y las funciones que este material desarrollaba en ese período.

La cerámica en la época antigua. Se recuerda el hecho de que el entorno de Reus es bastante rico en hallazgos de épocas ibérica y romana, en los que la cerámica tomó un papel muy destacado desde un punto de vista económico, social y constructivo.

Reos y la cerámica decorada. A partir de la Edad Media y hasta el siglo XVII la producción de cerámica tomó protagonismo, especialmente a través de los talleres situados en la zona del Pallol, especialmente en lo que se refiere a la cerámica de reflejo metálico.

Los paneles cerámicos y las baldosas de los oficios. Desde el siglo XVII hasta mediados del siglo XIX, fue importante la producción azulejera catalana. Cabe destacar la fabricación de murales para las iglesias y los hospitales, con la producción de baldosas llamativas y alegres, destinadas a la decoración de interiores.

Cerámica de la vida cotidiana. En este apartado se describen los objetos de cerámica que tenían usos en la vida cotidiana de los pueblos del Camp de Tarragona: desde botijos hasta jarras para aceite o conservas.

Cerámica modernista. El texto relata cómo influyó el movimiento artístico y arquitectónico modernista en el ámbito de la artesanía y la industria de la cerámica, y cómo este hecho se vivió en los centros de producción del ámbito de Reus.

Cerámica para la construcción: el horno del Sugranyes. En este ámbito se cuenta una breve historia de la teja, desde sus inicios hasta su desaparición. También se menciona el proceso por el que el Museo Nacional de la Ciencia y la Técnica de Cataluña incluyó el horno en el listado de cien elementos del patrimonio industrial catalán, y también cómo el horno fue declarado bien cultural de interés local en 2005 .

El funcionamiento de la bóbila. Un último panel describe el funcionamiento del horno cuando se encontraba en funcionamiento y los usos que tenían las distintas partes que lo formaban.