La creación de la Guardia Urbana de Reus se ve reflejada por primera vez en un acta municipal de diciembre de 1854, donde se asegura que era una necesidad urgente. En el texto, se determinaba que ocho personas integrarían el nuevo cuerpo policial y que la plantilla estaría comandada por Joan Arana.

De hecho, hasta esa época Reus ya había tenido otros cuerpos de seguridad que ejercían las funciones de seguridad pública: la Junta de vigilancia, centrada sobre todo en el control de personas foráneas y vagabundos; los guardatérminos, cuando el número de masías y pequeñas actividades agrarias era elevado; y el Cuerpo de Serenos, creado en 1783.

Constituida a mediados del siglo XIX, la Guardia Municipal Urbana de Reus creció lentamente bajo las órdenes de numerosos equipos de gobierno, pasando por la Guerra Civil y democratizándose con el fin de la dictadura. Así fue cambiando sus características ofreciendo un servicio más preventivo y dirigido a la sociedad. Ahora, se ha convertido en un cuerpo referente para otros policías de Catalunya, adaptándose a las demandas de la sociedad y las tecnologías de última generación.

La Guardia Urbana de Reus ha sido un cuerpo pionero siempre: es uno de los primeros que incorporó a miembros femeninos a la plantilla; uno de los pocos con unidad montada propia; y una de las primeras policías locales con unidades especializadas.

En pleno siglo XXI, la Guardia Urbana de Reus es una de las policías locales de Cataluña con mayor prestigio por la calidad de su servicio. Las características del servicio son su voluntad de servir a la sociedad, la formación continuada de los agentes y el perfil de servicio público de la plantilla.